En el marco de un proyecto interinstitucional se desarrolló un datalogger de Amoniaco de bajo costo para el monitoreo de este gas en granjas avícolas.

El Amoníaco (NH3) es bien conocido por ser un gas de olor fuerte e irritante en concentraciones superiores a 25 ppm (límite máximo de exposición permitido en humanos) y comienza a ser nocivo en las aves a partir de las 20ppm donde el peso corporal y el índice de conversión alimenticia son las variables más afectadas.

En la producción avícola, este gas se genera debido a que las bacterias interactúan con las heces y la orina de las aves convirtiendo, mediante procesos químicos, a los compuestos nitrogenados en NH3.

La cantidad de NH3 producido va a depender del tipo de alimentación, la salud de los pollos, humedad y pH de la cama, la temperatura y humedad del ambiente, así como también la ventilación del galpón, entre otros factores.

La Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Nacional de Entre Ríos, en conjunto con la Estación Experimental del INTA Concepción del Uruguay, estudian los potenciales efectos sobre la salud de las personas que trabajan con la cama de pollo. Una de las actividades específicas consiste en el desarrollo de un datalogger de Amoniaco de bajo costo, para el monitoreo de este gas en granjas avícolas permitiendo a futuro, llevar a cabo un control más riguroso de esta variable y así disminuir el efecto del gas sobre las aves y los trabajadores.

El datalogger está basado en la tecnología arduino, y cuenta con la posibilidad de registrar y almacenar los valores de NH3, temperatura y humedad ambiente. En este momento se encuentra en etapa de calibración para lo que se está utilizando como “patrón” un detector personal de amoniaco de alta calidad. El sensor de amoniaco es el MQ-137. Se estima que el costo final de este desarrollo rondaría aproximadamente 1/5 del valor de un sensor de los que se utilizan regularmente.

Como se ha dicho, el mayor beneficio de este desarrollo consiste en llevar un control más minucioso del amoníaco para proteger a las aves y a los trabajadores dentro de los galpones, generando, al mismo tiempo, una disminución importante en el costo del monitoreo del mismo.