Adolfo Franke, presidente de la Asociación Argentina de Productores de Porcinos, solicitó una reunión con el ministro de Desarrollo Productivo de la Nación, Daniel Scioli.

Franke lo hizo en representación de la Federación Porcina Argentina para poner a Scioli "en conocimiento de la realidad del sector productivo".

"Asistimos a un incremento del precio del capón que ha llamado la atención en diversos ámbitos. Dicho incremento refleja una actualización de precios, por debajo de la inflación y de los costos de producción. Con respecto a los precios, el capón se encontraba prácticamente estancado en $178/kg desde noviembre de 2021, registrando un valor actual de $235/kg. Esto significa un 32 por ciento en 7 meses".

"La inflación para igual período supera el 41 por ciento. Mientras que el maíz y la soja se incrementaron el 52 y 60 por ciento respectivamente. Por otro lado, los micronutrientes con los que se produce el alimento del cerdo subieron un 60 por ciento", expresaron desde la Federación.

Estas cifras evidencian que los costos de alimentación subieron en promedio un 60 por ciento en el periodo mencionado, mientras que el precio del capón recuperó apenas un 32 por ciento. El alimento del cerdo explica el 70 por ciento de los costos de producción de una granja.

"El contexto descripto tuvo como consecuencia una rentabilidad nula o negativa en la mayoría de los productores durante casi todo 2022. Si la recomposición del precio del capón no continúa, se multiplicarán los quebrantos a nivel granja", aseguró Franke.

"Nos interesa destacar a su vez que la producción nacional está en condiciones de abastecer el mercado interno. Sin perjuicio que siempre ha existido determinado volumen de cortes importados con destino a la industria y que esto nunca fue objetado por el productor nacional, es un dato insoslayable que en 2020 las exportaciones de carne de cerdo superaron a las importaciones. Y que la producción interanual 2020 vs 2021, ha crecido un 6 por ciento".

La conclusión es que "la importación de carne de cerdo, principalmente de bondiola y solomillo responde más a compras de oportunidad de algunos importadores para acceder a dólares a valor de importación, que a una necesidad de la industria nacional. Allí debería ponerse el foco de las licencias no automáticas", reclaman a Scioli.

Los crecimientos en producción mencionados están alineados con lo planteado en el Plan Estratégico Porcino a 2030 que se presentara oportunamente ante su Ministerio. En él se destacó la importancia de la resolución del tema IVA de las inversiones, que fue incorporado por el proyecto de ley del Consejo Agroindustrial Argentino.

Esta medida fortalecerá el autoabastecimiento de carne de cerdo y enmendará en parte el daño producido a la producción nacional, por presiones de la industria durante la gestión de gobierno anterior que redujo la alícuota de IVA del 21 al 10,5 por ciento generando saldos a favor irrecuperables a todas las granjas del país.

"En virtud de la compleja que atraviesa nuestro sector, reiteramos nuestra solicitud de audiencia a los efectos de encontrar medidas que permitan atravesar de la mejor manera esta situación", concluye la nota enviada al ministro.