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Las buenas cartas de Argentina en el mercado global de girasol

Afirman que si bien hay estancamiento de la producción en el mundo, el aceite derivado tiene cada vez más demanda. Argentina puede aprovechar esta oportunidad.

Tanto Ucrania como Rusia, grandes exportadores globales, ya alcanzaron límites en sus áreas de siembra y picos de rendimiento.

En un encuentro virtual organizado por Nutrien Ag Solutions y Nuseed, se destacó que Argentina es el único país girasolero con capacidad de aumentar su producción y ganar mercados. También se dieron recomendaciones para la nutrición de este cultivo y se presentó la paleta de híbridos que ofrecen al productor en el marco de una alianza conjunta.

Durante un encuentro virtual organizado por Nutrien Ag Solutions y Nuseed, se habló sobre las oportunidades para Argentina frente al escenario mundial de este commoditie y las recomendaciones de fertilización de cara a la nueva campaña.

El encuentro contó con las presentaciones del economista de la Asociación Argentina de Girasol, Jorge Ingaramo; el asesor privado y especialista en nutrición, Fernando García; el gerente zonal de Nuseed en el SE y SO bonaerense, Mariano Gómez; y el líder de Investigación de Girasol de Nuseed, Daniel González Pippo.

En su charla, Ingaramo describió las posibilidades para la producción de girasol en Argentina. Contó que se da un escenario de estancamiento de la producción mundial, pero con una demanda cada vez mayor del aceite derivado. En números, este ciclo agrícola proyecta una cosecha mundial de 55 millones de toneladas “que es la misma que hace 2 años”, mientras que “en los últimos 12 años el consumo mundial viene creciendo 5 por ciento anual y la exportación 9 por ciento anual”.

El mundo se abastece de girasol principalmente de Ucrania, que provee 630 mil/tn (90 por ciento de la oferta exportadora) pero este país “no puede seguir aumentando su área de siembra y, además, llegó a un pico de rendimiento” (al igual que Rusia, otro de los exportadores).

“Argentina es el gran candidato para complementar la oferta de aceite de girasol y tiene la ventaja de la oferta en contra-estación”, aseguró el economista de ASAGIR.

Por otra parte, ilustró que teniendo en cuenta el ritmo de la demanda, todos los años hará falta sumar 1,1 mill/tn de pepas de girasol “que están casi exclusivamente en la Argentina”, aseveró.

“El del girasol es el mercado más dinámico. Ninguno de los otros commodities tiene una tasa de crecimiento similar”.

Ingaramo describió el presente y la proyección para Argentina. “En 2019, con un valor de 770 dól/tn del aceite crudo, el complejo nos dio 935 millones de dólares de exportaciones. Hacia 2025, subiendo apenas 6-7% el precio y con una producción sobre 2,5 mill/ha, llegaríamos a 2.000 mill/dol de exportación… Y el complejo no es solamente aceite crudo, también hay refinado y harina”.

Ingaramo comentó que el precio actual del grano ronda los 345 dólares/tn y que es un mercado que bonifica por calidad. “Hay una buena situación de precio y buen escenario para mejorar la producción argentina, aún con la alícuota de las retenciones 7,5 por ciento”, resumió.

Novedades en nutrición

Fernando García dio pautas para la fertilización del girasol, empezando por la recomendación de una nutrición balanceada con nitrógeno (N), fósforo (P), azufre (S) y boro (B), siempre a partir de un análisis del estado nutricional del lote (disponibilidad en el suelo) y teniendo en cuenta la historia de cultivos y su ambiente.

García aseveró que “el nitrógeno es la bala de plata en la nutrición de cultivos”. Para el caso del oleaginoso, mostró datos de 18 ensayos en el sudeste bonaerense realizados por INTA-FCA Balcarce, “con respuestas de 700 kilos promedio a la aplicación de 80 kilos de nitrógeno, es decir, que explican casi 9 kilos de grano por kilo de N aplicado. El costo hoy está en 2 kilos de girasol por kilo de N, por lo que el retorno de la inversión es de 4 ó 5 a uno”.

¿Cómo decidir cuánto N aplicar? El cálculo debe salir de la relación entre el rendimiento objetivo del cultivo (en el sudeste puede ser entre 3.500 y 4.000 kg/ha) y la disponibilidad de N a la siembra. “El ajuste de esta curva muestra un nivel crítico de entre 96 y 116 kg/N/ha”, dependiendo del proceso de mineralización del suelo.

Respecto de fósforo, García ilustró que la respuesta a las aplicaciones va “desde 20 a 45 kilos de girasol por P aplicado. Con costos de 5 a 7 kg de girasol para pagar 1 kg de P, la tasa de retorno de la inversión es de hasta 10 a 1”. Para la toma de decisión sobre la dosis, dijo que hay que tener en cuenta que el rango crítico de presencia del nutriente en el suelo es de 12 a 14 partes por millón (ppm). “En general para todos los cultivos hay que llevar a los suelos a 20-25 ppm de P en la capa superficial”.

Sobre el azufre en girasol, García aseguró que “siempre da un plus de rendimiento. Especialmente hay respuestas en suelos con niveles de sulfato menores de 6 ppm”. Y recomendó como buena práctica de manejo “planificar la reposición de azufre en los lotes con venían con deficiencia”.

Finalmente, explicó que el boro es un micronutriente con larga historia de deficiencia para girasol en los suelos del oeste bonaerense. “Hay respuesta a las aplicaciones que van desde 300 a 400 kilos considerando umbrales de B en suelo que varían entre 0,5 y 1 ppm en los primeros 20 centímetros”.

“La nutrición balanceada es necesaria para lograr altos rindes y mayor rentabilidad en todos los cultivos y el girasol no es excepción”, cerró García.

Programa de Mejoramiento

Daniel González Pippo, líder de Investigación de Girasol de Nuseed, contó que la empresa desarrolla híbridos de girasol con germoplasma de Australia (país de origen de la firma), California y Serbia, a la cual le han sumado las variantes de Argentina. “El objetivo de nuestro programa es lograr semillas de alto rendimiento y alto contenido de aceite; buen comportamiento sanitario y agronómico, y con tecnología Clearfield y Clearfiled Plus”.

Explicó que la producción de semillas en Argentina está orientada a abastecer el mercado local y también el de Brasil, Bolivia y el Este europeo. Para esto cuentan 3500-4000 surcos implantados en ensayos, más otros 1.000 en contra-estación en Estados Unidos. “Esto permite hacer 2 generaciones anuales”, dijo Pippo.

En cada desarrollo emplean marcadores moleculares para detectar genes de interés. Cada año logran entre 800 y 1.000 híbridos nuevos, de los cuales “solo entre 10 y 15 por ciento continúan en evaluación”.

Fuente: Todo Agro

Agricultura Girasol

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