Así lo informó la Bolsa de Cereales entrerriana, quien destacó que la baja en producción se dio debido al déficit hídrico que afectó a la región en gran parte del 2020 y a las bajas precipitaciones.

Cabe destacar que, si bien disminuyó la producción, creció un 3,6 por ciento (13.700 hectáreas) la superficie sembrada con este maíz y se ubicó en 396.500 hectáreas, de las cuales se cosecharon 388.100, y las restantes 8.400 fueron destinadas a consumo animal directo como grano húmedo o para la elaboración de silo de planta entera.

En relación al rendimiento promedio provincial, la Bolsa advirtió una caída interanual del 24 por ciento (1.658 kilos por hectárea), y se ubicó en 5.138 kilogramos por hectárea; también un 23 por ciento menor (1.519) que el promedio del último lustro. Desde la entidad, afirmaron que la "heterogénea distribución de las lluvias provocó rendimientos dispares", que oscilaron entre los 2.000 y 9.000 kilos por hectárea.

En la zona sur de Entre Ríos se observó la mayor concentración de maíz de primera: los departamentos Tala, Uruguay, Gualeguay y Gualeguaychú, abarcaron el 41 por ciento (164.500 hectáreas) del área total cultivada; seguida por la zona oeste (145.900 hectáreas, el 37 por ciento).

En tanto, la situación en el norte y centro entrerriano estuvo acompañada por precipitaciones, que causó el rendimiento promedio más elevado con 6.483 kilos por hectárea. La zona sur se ubicó con el mínimo (4.154).