Según el trabajo de la cámara, este descenso tiene que ver con factores económicos. “La incertidumbre en la evolución de la economía nacional impacta negativamente en la fluidez y operatividad de los negocios, con cierta retracción de la demanda y con una actitud más expectante y selectiva”, señala CAIR.
Asimismo, desde la entidad indican: “A este panorama se le suma la creciente inseguridad sobre la moneda de pago que afecta a las operaciones inmobiliarias con alguna financiación resultando un nuevo obstáculo para la concreción de las mismas”.
La base del InCAIR es de 97,5 puntos, que corresponde en forma histórica a su pico máximo registrado en septiembre de 2011. Este índice refleja la actividad del mercado inmobiliario rural en todo el país.
El InCAIR se conforma, principalmente, por: resultados de la encuesta mensual de actividad efectuada entre socios de todo el país; cantidad de avisos publicitarios de campos en venta o alquiler en los principales medios gráficos de tirada nacional; cantidad de anunciantes en la web de CAIR; operaciones rurales realizadas en el periodo analizado; búsquedas y consultas efectuadas por inversores en la web de CAIR; y cantidad de avisos comerciales en las principales plazas del interior del país.
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