La liberación total de las exportaciones de carne vacuna fue una buena noticia para los frigoríficos exportadores, que venían reclamando la eliminación de restricciones. No obstante, también fue un llamado de atención para distintos actores por fuera de la cadena que comenzaron a manifestar preocupación por la puja que ello traería con el mercado interno si hubiera una competencia de precios.

Frente a este nuevo escenario, en el marco del cambio de políticas propuestas por la administración de Javier Milei, el representante entrerriano de Coninagro en la Mesa Nacional de la Carne, Gonzalo Álvarez Maldonado, llevó tranquilidad y aseguró que la medida no afecta el normal abastecimiento en la Argentina. Incluso, planteó que los consumidores afrontan un rol clave en la regulación de precios.

“El 70% de lo que producimos, lo consumimos los argentinos y el 30% se exporta. En Uruguay, por ejemplo, la relación es inversamente proporcional, por eso el precio es distinto. No va a faltar carne este mes ni el que viene”, enfatizó el histórico dirigente, quien negó que haya una equiparación de precios internacionales y no dejó de advertir por la pérdida de poder adquisitivo de la población que será el factor que regule valores.

“Esta medida no tiene que incidir en el precio de la carne, para nada. No va a incidir en este mes ni en el que viene. De hecho, este abrupto aumento que hubo en los alimentos, incluso de la carne, no lo convalidó el soberano, que es el pueblo, por lo que hubo una baja. Hoy eso será lo que regirá en el futuro”, afirmó.

En su análisis, recordó que la carne siempre ha sido económica en la Argentina respecto de otros países y es la base sustentable de nuestra alimentación. “Es la más económica dentro de los alimentos por lo que rinde si lo comparás con verduras, frutas y farináceos”, comparó, y distinguió: “Los precios internacionales son muy superiores. En Europa sale 30 o 40 euros y acá lo consumimos por mucho menos. Los precios en el mundo están de acuerdo a la tenencia. La Argentina, a nivel precios, es donde la carne es más barata”.

Mercado interno

Según datos de La Ganadera, la hacienda aumentó entre un 30 y 40% durante diciembre y luego se trasladó al mostrador, sobre todo en la primera mitad del mes. Al respecto, el especialista puntó sobre todo a un problema climático. Según indicó, la carne estuvo “muy barata” durante los meses de sequía por la sobreoferta de vacunos en el mercado y, por una cuestión estacionaria, aumentó a fin de año. No obstante, señaló que un porcentaje retrocedió porque la gente no lo aceptó.

Asimismo, aseguró que en la provincia se sumó otro factor que provocó un aumento de la oferta para regular el precio durante el último tramo de 2023. “En Entre Ríos la situación se empeoró por la crecida del río Paraná, que obligó a sacar la hacienda de las islas y no encontraron campos porque no había pastos”, señaló.

Atento a ese panorama, anticipó que probablemente en febrero y marzo habrá un nuevo salto de valores de la carne debido a que se va a arrastrar una menor oferta de cabezas de ganado por lo producido este último tiempo. De todas maneras, insistió en que “el soberano decidirá” qué porcentaje estará dispuesto a pagar.

Por otro lado, Álvarez Maldonado analizó que durante los últimos años se consolidó un cambio de consumo de carne por habitante por año. El vacuno perdió participación y se mantiene una relación de 45 kilos para el bovino, la misma cantidad de carne aviar –aunque más económica porque rinde menos, argumentó- y la porcina en el orden de 20 kilos. Por ello, no dudó en afirmar: “La carne en Argentina no va a faltar nunca. Lo que va a haber son diferenciaciones de precios que los va a consolidar el soberano”.

Políticas

El especialista también aclaró que la apertura de mercados internacionales lleva su tiempo, además de que no se venden los mismos cortes. “Eso no se da de un día para otro, sino que lleva años de negociación”, señaló y, a modo de ejemplo, recordó que las gestiones que realizaron a través del IPCVA para vender carne a China llevaron más de seis años. Al respecto, destacó el trabajo de Senasa en los procesos para cumplir con los requisitos solicitados.

En otro orden, también señaló que los frigoríficos exportadores evaluarán dónde comercializar la carne vacuna si se concreta el 15% de aumento de retenciones incluido en la “Ley Ómnibus”, lo que consideran un desaliento a las ventas al exterior. Sobre este punto, cuestionó que Milei “prometió sacar las retenciones y los impuestos distorsivos” y eso no se está cumpliendo, atento a las necesidades de seguir cubriendo el déficit fiscal con mayores ingresos.

Asimismo, hizo un párrafo aparte de la necesidad de que haya una política ganadera de largo plazo, sobre todo para recomponer y aumentar el stock ganadero y poder mejorar incluso la oferta y relación de precios. “Son varios años de malas gestiones gubernamentales”, lamentó.

En relación a este tema, planteó: “Tenemos una cultura cárnica muy buena. En el país de las vacas, no puede faltar la carne. Lo que pasa es que teníamos hace 40 años atrás 60 millones de cabezas de ganado y éramos 30 millones de argentinos. Hoy somos 45 millones de argentinos y tenemos prácticamente 53 millones. ¿Qué pasó? Se liquidaron y no hubo políticas activas”.

Finalmente, sobre las políticas a implementar, Álvarez Maldonado puso el foco en el eslabón de la comercialización, que será determinante para los distintos actores. Dijo que el 60% de la venta de carne se da en carnicerías y el 40% en supermercados; sin embargo, los programas de cortes a precios diferenciados no llegan a todos lados. Por ello, insistió en el punto de que el consumidor será quien haga valer siempre su poder de compra.

Fuente: Dos Florines