Si bien comenzaron a relajarse en las últimas horas los piquetes de transportistas autoconvocados en protesta por la escasez de gasoil y por la suba de costos tras el aumento de este combustible, luego de que se acordara un incremento del 16 por ciento en la tarifa de referencia del transporte nacional de cargas.

No obstante, muchas protestas persisten y generan “trastornos” –tal como lo definió el ministro de Agricultura, Julián Domínguez– que afectan a diversos sectores productivos. Un caso: los establecimientos porcinos.

“Ya tuvimos problemas y seguimos teniendo: el lunes pasado, en el corte que está en la Ruta 9, a la altura de Sinsacate, nos pararon una jaula con capones yendo a faena. La dejaron pasar después de tres horas y media”, aseguró Mario Aguilar Benítez, uno de los directores del establecimiento Las Chilcas que tiene una granja en el norte de Córdoba.

Según explicó, cuando los cerdos van en viaje y en movimiento no suele haber inconvenientes, lo que sí sucede cuando el camión frena y está mucho tiempo en espera. “Cuando el vehículo se para, se estresan y se empiezan a apretar y golpearse entre ellos. Eso genera riesgo de mortandad y también de que los frigoríficos rechacen carne”, sostuvo.

Y seguido remarcó que “si llegan animales aplastados, con moretones, esa carne no sirve; se decomisa y se arroja a un digestor. Y es una pérdida que tenemos que acarrear nosotros”.

Vale señalar que en la actualidad, el kilo de capón se paga a unos 190 pesos, y en general, cada ejemplar rinde un 80 por ciento de su peso vivo. Es decir, que uno que pese 120 kilos, rinde 100 en el frigorífico, lo que significa unos 19.000 pesos. Pero si el 30 por ciento de la carne no sirve por las razones mencionadas, son casi 6.000 pesos que pierde el productor.

Otro aspecto a tener en cuenta es que los animales, por cuestiones de sanidad de las granjas, una vez que salieron de la misma, no pueden volver. Del mismo modo, en los frigoríficos se trabaja con turnos de faena, y las demoras en el transporte provocan fallas en la logística y eso también puede afectar el precio.

Fuente: BCR